31 diciembre 2007

Annus Praeteritum, Annus Horribilis


Que en este año que ahora estrenamos,
logres, al menos, una de tus metas,
seas feliz, al menos, uno de sus días,
regales, al menos, uno de tus besos,
de amor sea, al menos, el primero de tus llantos,
y otorgues la vida, al menos, a uno de tus deseos.

Yo sólo pido un poco de tregua para el amargo dolor de ella y que mi estrella, allá donde esté, derrame un poco de luz sobre mi camino, ahora ciego e inhóspito por su insoportable ausencia.

28 diciembre 2007

Que Alá te acoja en su seno

Empiezo a estar un poco hartito de esa fea costumbre, que tienen los pájaros de Al Qaeda, de "convencer" a sus adversarios a base de bombazo limpio. Me toca los bemoles de manera singular esa autoatribuída capacidad de decidir quién tiene derecho a vivir y quién no, quién obra de manera correcta y quién lo hace de forma incorrecta.
Soy occidental, tengo valores occidentales, como cerdo como un ídem (e ídem como un cerdo), tengo dos hijas que decidirán por sí mismas qué futuro quieren y de vez en cuando hasta me meto una copita de Ribera del Duero entre pecho y espalda. Supongo que por todo ello, para estos ángeles alqaedanos, mi currículum pecador es tan extenso que las huríes juegan a los dardos con mi foto en el Paraíso.
¿Pero qué ha hecho ella? ¿Qué grandes pecados ha cometido? ¿Acaso ha traicionado al Islam? ¿También lo traicionaron los millones de musulmanes que la votaron en su día?

Que nadie se engañe. La han matado por ser mujer, por ser valiente, por estar preparada y lo que es peor, por ser libre.

Malditos sean.

27 diciembre 2007

Lifting

Si alguien se mete con mi nuevo look, que sepa que me hará llorar. Así que venga a decirme que qué bonito me ha quedado el blog, que ya era hora de que abandonase aquella plantilla y que este diseño está mucho más acorde con el toque distinguido de mi regio porte.

23 diciembre 2007

Acupuntura doméstica

El otro día estaba yo aburrido, estirado en el sofá y me dije, <<¿sabes qué, Tanhäuser? te vas a construir un bonito y práctico expositor de diplomas, así, con su espejo, sus anaqueles de metacrilato, sus visillos,...>> No es que tenga muchos diplomas, la verdad. De hecho no tengo ninguno, pero oye, el día que los tenga ¿qué? ¿dónde los pongo? Que no es cuestión de irlos colgando ahí, por todas las paredes como si uno fuese un vulgar oculista.

Debo reconocer que lo más cerca que he estado en mi vida de hacer bricolaje fue una vez que me compré un libro de papiroflexia. Más monos que me salen los barquitos de papel. Menudas flotas he llegado a hacer. Lo malo es que todos me salen iguales, pero oye, a ver quién puede decir que tiene amarrados en la mesa dos yates de lujo y un acorazado.
Dada mi manifiesta ignorancia sobre el arte de la autoconstrucción, quise documentarme un poco. Me dijeron que hay un programa en la televisión, llamado Bricomanía, que enseña paso a paso cómo puedes construir un imprescindible mueble revistero con lámpara incorporada, un practiquísimo perchero para colgar sombreros de copa o una mecedora para gatos persas. Así que ya me tienes puntualmente, delante del televisor, para aprender de los que saben. Es que soy de un aplicado.
El programa ése está bien pero tiene fallos. El principal de todos es el momento en que te dicen el instrumental que vas a precisar. La verdad es que te quitan toda la ilusión cuando te dicen aquello de que tan sólo será necesario que dispongas de una amoladora para realizar acabados de cordones de soldadura o amolar superficies, una fresadora con fresas de carburo de tungsteno, tornillos de cabeza avellanada, una ingletadora con hojas de sierra de punta roma y eso sí, adhesivo de montaje, que digo yo, vaya estafa, mucho bricolaje para acabar montando las cosas con pegamento, como si hiciésemos una Torre Eiffel con palillos.

Como que esto del bricolaje me dio la impresión que era muy cansado y muy difícil, me volví a estirar en el sofá a pensar un rato y a intentar entender por qué esos tipos humillan de esta manera al conjunto de la población y creo que he dado con la solución. Se trata de una simple y miserable venganza. Resulta que ese señor no ha tenido una madre normal. A este pobre tipo le compensaban la falta de afecto con muchos juguetes y ahora se cree que quien no tenga una lijadora orbital con mecanismo de autoaspirado ni es hombre ni es nada.
Las madres normales, además de quererte mucho y regatearte la paga, con cuatro cosas hacen de todo. Mira sino las croquetas. Que haces cocido,... croquetas, que sobra pollo, ... croquetas. Yo tengo un amigo cuya madre hacía croquetas hasta con las cortezas del Pan Bimbo. Mmmm buenísimas. Era como comerte un Sandwich de pan rallado.
Las madres de verdad tienen herramientas polivalentes y eso te lo enseñan desde pequeños. Una zapatilla, por ejemplo, lo mismo te calza un pie, que aplasta un mosquito o te recuerda que en el salón de casa no se juega al fútbol. Y qué decir de las agujas. Todo kit de madre que se precie debe incorporar el paquete de Kleenex y sobre todo un tubito con agujas. Qué destreza, por favor. Que se te cae un botón, mamá te da la aguja y te dice que te lo cosas, que se te enquista un pelo en el antebrazo, pues con un algodón y una agujita, va mamá y te hace una cirugía que ya quisieran saber hacer muchos médicos de la Seguridad Social. A un amigo mío, su madre le limpiaba las uñas con alfileres, que es lo que decíamos en la piscina, tu madre no te ha visto los pies últimamente ¿verdad? Pie de mejillón le llamábamos al pobre.
Y lo mejor de todo es el momento en que forras esos libros que te compras a principio de curso y que sabes que no vas a abrir. Aquí la ayuda de la madre es imprescindible, sobre todo si usas forro autoadhesivo, porque en pleno proceso de forrado siempre aparece una burbuja indestructible. Es esa que empujas con el dedo como queriéndola expulsar de la tapa, pero que se resiste tanto que si empujas demasiado adopta la morfología de una uña y es un asco, la verdad, sobre todo si te apodan Pie de mejillón. Pues viene tu madre y todo arreglado. Abre el bolso, desinfla la burbuja de un pinchazo y pssssh problema resuelto.
En fin, que la próxima vez que me dé por querer hacer algo por mí mismo, daré media vuelta en el sofá para que se me pasen las ganas.

Y oye, perdona, pero te tengo que dejar. Es que se han levantado las niñas y me tengo que ir a hacerles el desayuno. Desenquistar pelos no sabré, pero me salen unas tostadas de rechupete. ¿Gustas?

¡Ah! y se me olvidaba. Que Feliz Navidad y todo eso.

19 diciembre 2007

Adagio semplice


Quise ser nota para poder surgir victorioso de tu alma.
Quise ser cadencia para ser un suspiro efímero de tu gloria.
Quise ser aria para nacer de nuevo en tus palabras.
Pero sólo pude esconderme entre bastidores para que, en silencio, mi soledad llorase la luz eterna de tu estrella blanca.

Imagen de Lilya Corneli

13 diciembre 2007

Fauna inquieta


"Un león se enamora de una tigresa albina en un circo de Valencia y se pasa la noche llamándola"
(El Periódico de Catalunya, 11/12/07)

Si es que hay tigresas que van provocando, jolines ya. Claro, esos contoneos, esas mechas albinas, esos bigotes y es que no hay bicho que se resista. Y suerte tuvo el león que no se enteró de la presencia de la irresistible pitón reticulada de Indonesia, porque entonces se hubiese deshecho, el pobrecito.
Y es que la fauna está de un alterado últimamente, que no veas. Hace poco leí en el periódico el siguiente titular. "La conducta sexual de los delfines presenta pautas similares a la humana"... Caray, qué cosas ¿no? hay que ver qué listos son los delfines. Ahora resulta que hasta saben cuándo es Sábado. Para que luego digan.
Ahora va a resultar que en la Fosa de las Marianas hay unos tugurios donde estos simpáticos cetáceos van a la caza y captura de delfinas sexys. No veas qué juergas allí. Claro, como que no le hacen controles de alcoholemia pillan unas trompas increíbles y luego que si jijiji, que si jajaja y ¡hala! a la zona abisal en parejitas. Y claro, como que está oscuro...
No sé, pero me estoy planteando contratar el canal local Poseidon-TV porque, de madrugada, deben emitir unas pelis de delfinas que ya las quisiera para sí el National Geographic. Bufff, malito me pongo sólo de pensarlo. Y qué me dices de la posibilidad de suscribirse a la revista PlayDophiny, con su póster central de delfinas top-model mostrando su aleta dorsal sin ningún pudor. Buf, pobres delfines. Menos mal que al estar en el agua se les bajan los calores, porque lo deben pasar fatal.
Me gustaría saber, de todas formas, si los delfines españoles hacen alarde de la épica fanfarronería de sus paisanos humanos y también estilan aquello de la táctica parchís, ya sabes, te comes una y cuentas cuarenta. No me extrañaría nada, la verdad.
En fin, que voy a darme una ducha bien fría porque con tanto hablar de delfines ¡me ha entrado un calor!

08 diciembre 2007

En el fondo del mar Matarilerilerile

Buenos días. Son las 12:00 de una espléndida mañana otoñal en la pequeña localidad de Sant Quirze del Vallès (Barcelona). La temperatura exterior en estos momentos es de unos 16 grados centígrados, luce un sol radiante y no se adivina ninguna nube en el cielo.
Todos los vecinos se han ido de puente, por lo que no se oye ninguna máquina cortacésped, ni la adolescente de turno (así le coja un ataque de acné y se le caiga el trasero) obsequia a su vecindario con su habitual decibeliado y desafinadamente acompañado, concierto de Chambao.

¿Todo es felicidad? Noooo. En un reducto de uno de los barrios nuevos, construídos a raíz del fulminante crecimiento de nuestra querida ciudad, un héroe, un ciudadano ejemplar, vamos, un pringao, lleva unas 6 horitas levantado (¿quién dijo que todo el mundo tenía puente?). Con más tesón que devoción, intenta encarrilar el marrón número 15 del trimestre. Sus fuerzas decaen, su imaginación se agota, sus albondiguillas se hinchan,... ha decidido tomarse un descanso. Ya lo tiene todo ordenadito, el lavavajillas recogido y ante la apasionante perspectiva de aspirar el sofá, opta por actualizar el blog.
Le faltan ideas, no ha pensado nada y está bloqueado después de tan apasionante día. Si al menos tuviera un meme que echarme a la boca, se dice a sí mismo, tendría resuelta la papeleta. Piensa, rebusca entre sus escasas y maltrechas neuronas y... siiií... ¡tiene un meme pendiente! ¡Qué suerte la suya!
Recuerda que le vino de Freia su entrañable amiga madrileña
(a la que debe un capuccino) y que era facilito, pues consistía en dejar a la vista del mundo mundial el fondo de escritorio de su ordenador.
Cae en la cuenta de que el ordenador de su casa sigue estropeado (por eso se ve obligado a "postear" con un portátil a pedales que le han dejado). Así, el fondo que debe presentar es sencillo:


Como que teme aparecer ante el mundo como un soso, decide presentar el fondo de escritorio del ordenador de su trabajo. No es para tirar cohetes pues resulta que la informática que se lo instaló no es que se mate, precisamente. Por eso, lamenta no poder presentar ante sus amigos blogueros una foto bien chula de una isla paradisíaca o de aquella vez que hizo puenting montado en bicicleta mientras se ataba los cordones de las zapatillas.



Eso es todo. Despedimos la conexión desde Sant Quirze del Vallès (Barcelona) a las 12:08. Buenos días.

05 diciembre 2007

365 días después


Hace un año, un dictador agonizaba.
Hace un año, sus secuaces se agolpaban ante su clínica, ajenos al llanto callado y amargo de sus víctimas.
Hace un año, Mozart volvió a morir para renacer de nuevo de la mano de un Réquiem que inundaba, majestuoso, un mundo asombrado.
Hace un año, como cada mañana, Roberta se levantó temprano.
Hace un año nació este blog.

Hace un año, no imaginaba que 365 días después iba a haber conseguido tantos y tantos amigos. Personas especiales que he sentido muy cerca, que me han hecho reír o llorar, que me han acompañado, que me han invitado a pensar y a soñar.

Y ahora, un año después, uno se da cuenta que sólo por el hecho de conocer a cada uno de esos seres, que sólo por saber que tú, que lees ahora, estás ahí, ha valido la pena iniciar esta pequeña aventura a la que ni siquiera supe ponerle un nombre original.

Mi más profunda y sincera gratitud a todos.

01 diciembre 2007

Mobiliario voraz

Hay un lugar en las casas, tétrico, siniestro, y conectado por algún atajo del espacio-tiempo con con un mundo desconocido y lleno de misterio. Sí, ya sé lo que estás pensando, cacho marrano, pero no, no me refiero al váter. El váter está conectado con un mundo más o menos conocido, por un conducto que tiene muchas cosas desagradables, pero misterio, lo que se dice misterio, no tiene.
Yo me refiero a... (terror me da hasta decirlo)... la zona del sofá que queda bajo los cojines. Escalofríos sólo de pensarlo. ¿A que a ti te pasa lo mismo?
Da igual que aspires, da igual que cepilles, da igual que desionices, da igual que desintegres. Sin saber cómo, al rato de limpiar, te aparecen bajo los cojines del sofá, clips, capuchones de bolis, quesitos del Trivial, canicas, migas de galleta, cromos de las Bratz... En el mío aparecen hasta Choco Krispies y eso que yo soy adicto a los Smacks. Según dicen, los bazares chinos tienen una fuente inagotable de suministros en ese macabro lugar. Hasta se han dado casos de personas que han encontrado bajo el cojín del sofá a algún familiar que ya daban por perdido. Pobrecillos, salen sudados, con una cara de asfixia terrible, pero alimentados como nadie, oye. Menudos atracones de Choco Krispies que se han llegado a meter.
Yo tengo una teoría al respecto y es que los sofás tienen vida propia (o ajena, no sé), aunque la suya es muy aburrida y esclava. Al fin y al cabo, la gente sólo los usa para sentarse, para depositar en ellos la ropa que vas planchando o para dejar el abrigo de cualquier manera, el día que entras en casa, a toda pastilla, porque te estás haciendo pipí.
Digo yo que debe ser horroroso tener que aguantar el peso de un plasta todos los días y que por eso se cansan y les entra hambre, por lo que engullen cosas. La dieta no la cuidan mucho, la verdad, pues no entiendo qué gusto le encuentran a comerse monedas de veinte céntimos o carnets de videoclub, pero claro, para entenderlo hay que ser un sofá y aunque un servidor en ocasiones se mimetice a la perfección en él, todavía creo conservar algún resto de mi origen humano.

La verdad es que los sofás son unos tipos curiosos y alguien tendría que entablar una relación de amistad con ellos para llegar a entenderlos un poco mejor. Así podríamos satisfacer sus demandas y resolver los montones de preguntas que nos sugiere su triste existencia, como por ejemplo,
  • ¿Por qué cuando un sofá está nuevo (e incluso es bonito) lo tapamos con una cortina vieja de la abuela?
  • ¿Qué son esa especie de pelos que cuelgan de los bajos de los sofás?
  • ¿Quién es el torturador que diseña los sofás de Ikea?
  • ¿Qué es realmente un sofá-cama? ¿Existen camás-sofás?
  • ¿Por qué los sofás de las consultas de los dentistas tienen el asiento a diez centímetros del suelo? ¿No se dan cuenta que con el acojone que lleva el personal, el tembleque de las piernas les impide levantarse?
  • ¿Los cojines van a juego con el sofá o con las cortinas?
  • ¿Por qué es más fácil quedarse dormido en el sofá que en la cama?
  • ¿Como se sienta uno en una chaise longe? (cómodamente, quiero decir).
  • ¿Por qué las zapatillas de las niñas siempre están debajo del sofá?
  • ¿Por qué los sofás tienen predilección por los mandos a distancia o los teléfonos inalámbricos?
En fin, que me voy a desayunar, que luego tengo que pasar la aspiradora. A ver qué me encuentro hoy. Qué miedo tengo, oye.
 

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